¿Sabes lo que nos pasó?

 Que todos los besos, todas las caricias, todos los abrazos, ya no eran tan mágicos. Que ya no nos echábamos de menos si pasábamos mas de dos días sin vernos. Que ya no nos despertábamos por las mañanas con esa ilusión de pasar otro increíble día siendo felices juntos. Creo que simplemente nos cansamos de ser tan felices. La verdad, es que podría haber acabado peor, podríamos haber terminado odiándonos, pero en cambio, seguimos confiando el uno en el otro, ayudándonos y dándonos un abrazo cuando lo necesitámos. Sinceramente, me hubiera gustado que hubiese sido un nosotros, un nosotros para siempre, pero hasta los amores fuertes se desgastan.