Y siempre hace falta recordar, que cada uno de nosotros somos como una pequeña estrellita, que debe brillar aunque alguna nube la pueda tapar.

Polvo de hada. Cosas bonitas. Sueños esponjosos... como nubes de algodón. Muchas veces, tendría ganas de poder guardar todos esos sueños, esas pasiones, ilusiones en un frasquito, y cuando estuviera con poco ánimo, abrir un poco el frasquito y volver a sentir esos motivos que me hacen levantar cada vez que caigo, con ganas de seguir adelante, de seguir persiguiendo esos sueños que tenía guardaditos en el frasco.
A veces siento ganas de volar. Tener unas pequeñas alitas, con las que poder evadirme de cualquier cosa. Irme lejos... muy lejos. Donde el eco de los gritos no llegue a mis oídos. Donde haya amor sin odio, sin celos. Donde todo sea perfecto. De nuevo la realidad agolpa. No tendré a Peter Pan, ni yo seré Campanilla... Aunque bueno,nunca está de más soñar.